La fiesta de Halloween que se celebraba en el recinto del Madrid Arena terminó en tragedia cuando una avalancha humana ocasionó la muerte de tres chicas y múltiples heridos. Dos jóvenes más se hallan en estado grave en el Hospital Doce de Octubre y en la Fundación Jiménez Díaz respectivamente.
Era ya la madrugada del día 1 de noviembre cuando, según fuentes policiales, un petardo fue lanzado dentro del recinto donde se celebraba la fiesta de Halloween que tenía como principal reclamo al pinchadiscos estadounidense Steve Aoki. Al hacer explosión la bengala, todos los jóvenes que se encontraban en esa zona del local echaron a correr hacia las salidas; en estas se formaron, inevitablemente, tapones humanos que impidieron a la gente salir, entrar ni retroceder. Esto originó la muerte por aplastamiento de Cristina Arce de la Fuente, nacida el 13 de marzo de 1994, Rocío Oña, nacida el 14 de julio de 1994 y compañera de clase de Cristina, y de Katia Esteban, nacida el 4 de octubre de 1994.
Rocío Oña, Cristina Arce de la Fuente y Katia Esteban
Todos los testigos coinciden en que en el recinto Madrid Arena había cerca del doble de personas de las que su aforo podía permitir, aseguran que no se podía prácticamente ni andar y que la concentración de gente era tal que en algunas zonas era imposible incluso moverse. El propio Steve Aoki, al comienzo de su actuación, se hizo con un micrófono para gritar (evidentemente, incapaz de adivinar lo que ocurriría después) que allí había presentes quince mil personas, cuando el aforo del Madrid Arena sólo puede acoger a unas diez mil.
Un joven relata que él se hallaba en el piso superior cuando tuvo lugar la avalancha, justo sobre esta, y que se agachó para intentar ayudar a los que se asfixiaban abajo. Dice que cogió de las manos a un chico que no conocía y tiró de él hacia arriba, y que el chico sólo le gritaba <<No me sueltes, que me estoy muriendo>>. Otra joven cuenta que, también desde el primer piso, veía chicos tirados unos sobre otros, montones de hasta cinco "pisos" de personas que luchaban por salir de la avalancha, mientras los miembros del equipo de seguridad y algunos asistentes a la fiesta que habían conseguido librarse tiraban de ellos para intentar sacarlos.
Patricia Berbell, una chica que estaba presente en el Madrid Arena en el momento de la tragedia, cuenta que, de tanta gente que había, ella y sus amigos no se enteraron de lo ocurrido hasta más tarde, cuando la muerte de Rocío, Cristina y Katia ya estuvo confirmada, y que aún así en un principio, si bien les pareció incluso (y tristemente) lógico, no quisieron creerlo. "Es imposible que entremos todos los que estamos aquí, imposible", cuenta que pensó justo antes de entrar al Madrid Arena. Patricia dice también que, estando ya en la pista de baile, llegó un momento en que la falta de oxígeno y de espacio era tal que empezaron a temblarle las piernas y se le saltaron las lágrimas. "Necesito salir. Tengo que salir de aquí. ¿Cómo puedo salir?", dice que es lo único en lo que podía pensar.
La fiesta fue organizada por Diviertt, que según la página de datos sobre empresas informacion-empresas.com es una sociedad limitada encargada de entradas para salas de fiestas, discotecas, salas de cine, recintos deportivos, recintos multiusos, teatros y toda clase de espectáculos musicales, culturales, deportivos y de ocio.
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